Del 23 de octubre al 21 de noviembre, el Sol viaja por las aguas profundas de Escorpio, signo de transformación, poder interior y alquimia emocional. Este tránsito nos invita a descender a nuestras propias sombras, reconocer lo que ha muerto simbólicamente en nosotros, y permitir que el alma se regenere desde la verdad más íntima.
Escorpio pertenece al elemento agua fija, lo que significa que su energía no fluye superficialmente: se estanca, se intensifica y luego se transforma. Bajo su temporada, las emociones reprimidas salen a la superficie, los secretos se revelan y los velos caen. Es un tiempo de muertes simbólicas y renacimientos conscientes, donde todo lo que no tiene raíces verdaderas se disuelve.
En el cuerpo energético, Escorpio se relaciona con el chakra sacro y con la sefirá Yesod (Fundamento) en la Kabalá. Es el espacio donde la energía vital se condensa, se une lo invisible con lo visible, y donde se albergan los deseos y memorias inconscientes.
En 2025, el Sol en Escorpio llega en un contexto profundamente sanador y transformador:
Urano estará en Géminis, abriendo nuevas formas de comunicación y liberando la mente de viejas estructuras. Esto genera una tensión con Escorpio que nos empuja a decir lo que callamos y transformar la manera en que nos vinculamos.
Saturno sigue en Aries, poniendo límites al ego y enseñándonos a actuar desde la madurez espiritual. En cuadratura a Escorpio, nos pedirá redefinir el control, la voluntad y la entrega.
Neptuno en Piscis continúa disolviendo los velos de la ilusión, ayudando a Escorpio a trascender su obsesión por el control y entrar en la fe de la transformación divina.
Plutón, regente de Escorpio, continúa su tránsito en Acuario, activando revoluciones internas y externas. Este año, la transformación no es solo personal —es colectiva.
Escorpio nos enseña que todo poder surge del desapego.
Cuando soltamos el miedo a perder, ganamos verdadera libertad.
Este es un mes para mirar con honestidad nuestras dependencias —emocionales, energéticas o materiales— y practicar la rendición consciente.
Pregúntate:
¿Qué parte de mí sigue aferrada al pasado por miedo a morir o soltar?
¿Qué versión mía necesita ser liberada para que surja la siguiente?
El universo pedirá autenticidad radical. Si estás en una relación, proyecto o hábito que ya no vibra con tu verdad, la energía escorpiana lo pondrá a prueba.
El control emocional — Querer dominar los resultados o manipular lo que temes perder solo aumenta la ansiedad. La rendición no es debilidad, es confianza espiritual.
El miedo al rechazo o a la traición — Escorpio guarda heridas antiguas relacionadas con el abandono. Este tránsito nos lleva a perdonar y cerrar ciclos.
La represión del deseo — Escorpio enseña que el deseo no es pecado, sino combustible sagrado. Este mes, conecta con tu deseo desde la pureza del alma, no desde la carencia.
Haz rituales de limpieza energética y emocional: baños con sal, sahumerios y respiraciones profundas con visualización violeta (fuego de transmutación).
Escribe tus duelos pendientes: carta de cierre o entierro simbólico de algo que ya terminó.
Reconecta con tu poder sexual. No desde la conquista, sino desde la unión sagrada.
Practica el silencio y la introspección. Meditar o pasar tiempo a solas te permitirá escuchar lo que el alma quiere liberar.
El Sol en Escorpio 2025 nos recuerda que la verdadera luz no teme la oscuridad.
Que no hay renacimiento sin muerte, ni expansión sin entrega.
Todo lo que el ego teme perder, el alma ya está lista para transformar.
Es tiempo de entrar al fuego alquímico, no para destruirte, sino para revelar tu oro interior.
Yoeslina Javier – Deseo que brilles.