Cada uno cuenta con el poder de cambiar lo incambiable, de acceder a otras realidades. Todo se trata de ejercer nuestro libre albedrío. Esta semana recibimos una inmunización que nos ayuda a fortalecer nuestro libre albedrío: la habilidad de tomar decisiones de manera proactiva, desde nuestra alma y con base en lo que es lo mejor para nosotros a largo plazo. Si nos fortalecemos para ver estas decisiones en el momento y si decidimos en lugar de reaccionar impulsivamente, podemos cambiar nuestro destino.
En estas fechas del año reflexionamos con especial insistencia sobre las emociones y la naturaleza de lo humano y no podemos dejar de reconocer y de aceptar ciertas sensaciones que nuestra mente experimenta de manera instintiva, aunque asociemos a ellas ideas negativas: pena, enfado, miedo, asco, rabia, rechazo, intolerancia, reacciones que nos apartan del peligro y que, sin duda, ayudan a nuestra supervivencia. Ellas, debidamente canalizadas, juegan un papel fundamental en el desarrollo de la persona. ¿Cómo debemos afrontar todo lo “malo y negativo que nos pasa?.
Todo grado de no rectificación es un grado de tener que ganarse el pan que el sudor de la frente. Según los niveles de donde más cerca estes, serán tus resultados para ganarte el pan. Si estás más cerca del altruismo o egoísmo será tu resultado. Este ejemplo no se basa solo en el pan, en el trabajo ni en el esfuerzo para conseguirlo, es en cuanto a todo.
Así que si has llegado hasta aquí en este año, significa que Todo lo que te vino en frente, lo superaste, entonces has ganado el juego al final del año. En lugar de quejarte de cómo te ha ido, mira y agradece en donde estás sin lamentos.
Espero que esta porción te llene de fortaleza y sabiduría durante toda esta semana.
Yoeslina Javier
✨¡Deseo que brilles!✨