El Holocausto: Herida de la Humanidad, Misterio del Alma.
"Aquellos que no recuerdan el pasado están condenados a repetirlo." (George Santayana)
Yom HaShoah – Día del Recuerdo del Holocausto Cada año, el 27 de Nisán, Israel y el mundo judío conmemoran este, un día de silencio, memoria y oración.
Un momento para decir juntos: "Nunca más".
Un abismo en la historia.
El Holocausto fue una de las mayores atrocidades cometidas por el ser humano. Seis millones de judíos, junto a otros millones de víctimas, fueron exterminados sistemáticamente por el régimen nazi. Más que una matanza, fue un intento de borrar una identidad espiritual.
El dolor inexplicable y la búsqueda de sentido.
Muchos han preguntado: ¿Dónde estaba Dios en Auschwitz? Desde la Kabalá, no se busca una respuesta lógica, sino una comprensión más profunda. Dios no abandona, pero permite el libre albedrío humano incluso en su forma más destructiva. Como dice el Zóhar: la Luz solo puede revelarse verdaderamente tras pasar por la vasija del juicio.
El alma colectiva y el Tikún de Israel:
En la tradición cabalística, el pueblo judío no es visto solo como una nación, sino como una estructura espiritual, un conducto para la Luz divina. Cada ataque contra Israel es, en esencia, un intento de apagar esa conexión. El Holocausto fue un grito desgarrador del alma colectiva que atravesaba su noche más oscura. Sin embargo, de esa noche surgió una nueva conciencia: la fundación del Estado de Israel, el renacimiento del estudio de la Torá y la difusión de la Kabalá en Occidente.
El Tikún de las generaciones:
Nuestros sabios enseñan que los mártires del Holocausto son almas elevadas que eligieron, en algún nivel profundo, ofrecer su vida por la redención de la humanidad. Aunque esto es incomprensible desde el ego, en el plano del alma hay misterios más grandes que la razón.
Recordar no es aferrarse al dolor, es elevarlo.
Cada vez que encendemos una vela en memoria, cada vez que contamos sus historias, cada acto de bondad en su honor, es un acto de Tikún. Redimimos su dolor transformándolo en compasión, educación, conciencia.
¿Qué puedes hacer tú?
Enseña la verdad del Holocausto.
Cuida la dignidad humana.
Despierta la Luz en ti.
Nunca olvides que el alma humana es sagrada.
Yoeslina Javier
¡Benditas sean sus memorias!