¡Shalom Orugas! Tras 49 días de trabajo interno a través del Omer, llegamos a Shavuot, una de las festividades más elevadas a nivel espiritual. Aunque históricamente se asocia con la entrega de la Torá al pueblo de Israel en el Monte Sinaí, desde una mirada mística, lo que celebramos es la descarga de conciencia divina que se hace posible cuando el alma ha sido refinada.
La Cuenta del Omer es una práctica ancestral que nos invita a transitar un camino de 49 días para purificar nuestras emociones y cualidades internas, desde la salida de Egipto (Pesaj) hasta la recepción de la Luz Superior (Shavuot).
Tras salir de Egipto, el pueblo de Israel contó 49 días hasta llegar al Monte Sinaí. Cada uno de esos días fue una oportunidad para limpiar un aspecto del alma, simbolizado en las sefirot del árbol de la vida. Cada uno de los 49 días del Omer representa un nivel de purificación emocional y espiritual. Al alcanzar el día 50, se abre una dimensión que no se gana por mérito humano, sino que se otorga como regalo cósmico: la Puerta de Biná.
El Arí revela que; Las Cincuenta Puertas de Biná son 50 niveles de crecimiento espiritual, todos estamos en alguno de esos niveles en algún momento de nuestra vida. En el nivel más bajo, el nivel más alejado del Creador, está una persona que se está iniciando en el camino espiritual; y la quincuagésima puerta es la más cercana al Creador, esa puerta da completo control de la mente sobre la materia. Moshé alcanzó la revelación total de la Luz de la Inmortalidad y fue el único que obtuvo ese acceso mientras aún estaba en su cuerpo físico. Sin embargo, después del pecado del becerro de oro, el Arí dice que Moshé perdió su conexión con las Cincuenta Puertas.
Biná, la tercera sefirá del Árbol de la Vida, simboliza la comprensión divina, el aspecto femenino superior que transforma energía en estructura, caos en sabiduría. Shavuot representa ese momento sagrado en que el alma recibe revelación directa de la Fuente.
Este día no se cuenta porque no pertenece al mundo de la forma; es la entrada a un plano superior. Es el momento de permitir que la Luz descienda, de recibir códigos nuevos para nuestra misión, y de reconocer que la sabiduría no se conquista, se recibe en estado de humildad y apertura.
Shavuot es la coronación del alma. Es recordar que todo lo sembrado con amor, se convierte en visión, propósito y claridad. Deseo que si hiciste la cuenta del Omer e integrante toda su luz, tengas acceso directo a la puerta 50.
Yoeslina Javier
¡Deseo que brilles!