¡Shalom Orugas! La Cuenta del Omer es una práctica ancestral que nos invita a transitar un camino de 49 días para purificar nuestras emociones y cualidades internas, desde la salida de Egipto (Pesaj) hasta la recepción de la Luz Superior (Shavuot).
Tras salir de Egipto, el pueblo de Israel contó 49 días hasta llegar al Monte Sinaí. Cada uno de esos días fue una oportunidad para limpiar un aspecto del alma, simbolizado en las sefirot del árbol de la vida.
7 semanas x 7 días = 49 combinaciones de emociones. Cada semana representa una sefirot:
Jesed (Amor)
Guevurá (Fuerza/Disciplina)
Tiferet (Belleza/Equilibrio)
Netzaj (Resistencia/Victoria)
Hod (Humildad/Entrega)
Yesod (Conexión/Fundamento)
Maljut (Presencia/Manifestación)
Cada día combina una con otra, por ejemplo: Guevurá dentro de Jesed (disciplina en el amor).
Refinar nuestras emociones.
Sanar heridas internas.
Prepararnos energéticamente para recibir sabiduría divina.
Entrar a Shavuot con un alma más elevada y expandida.
Se recita la bendición diaria del Omer.
Se medita en la combinación del día.
Se reflexiona sobre cómo integrar esa energía en la vida cotidiana.
Binah, la sefirá superior que representa el entendimiento profundo, es también la energía que se revela en el día 50, tras la culminación del conteo. Este día no se cuenta porque representa una dimensión más allá del tiempo y el esfuerzo humano: la revelación divina pura. Es la puerta que se abre solo cuando hemos trabajado internamente durante 49 días.
Binah es la madre superiora, el útero espiritual que permite que toda la luz pueda ser contenida.
El día 50 simboliza la gracia divina que desciende cuando el alma ha hecho su parte.
En lo personl, la Cuenta del Omer ha sido una de las cuentas y experiencias misticas que mas me ha ayudado a elevar mi alma, en cuanto al maravilloso viaje de introspección y crecimiento. Es una herramienta poderosa de autoconciencia que nos prepara para sostener la luz de la revelación espiritual. 49 peldaños hacia el alma, uno por uno, con amor y disciplina. Y al final, Binah, la puerta mística de la sabiduría verdadera, se abre para quien perseveró con intención y corazón.
¡Deseo que brilles!
Yoeslina Javier