Shalom Oruga! La Parashá Vaishlaj (וַיֵּשְׁלַח) es la octava parashá del libro de Bereshit (Génesis) y cubre los capítulos 32:4–36:43. En esta sección, se relata el regreso de Jacob a la tierra de Canaán después de 20 años de haber huido de su hermano Esaú. Se describe su lucha con un "hombre" durante la noche, su reconciliación con Esaú, y la sucesión de los eventos que siguen a ese encuentro, incluida la muerte de Raquel y la genealogía de los descendientes de Esaú.
Desde una perspectiva mística y cabalística, esta parashá contiene profundas enseñanzas sobre la transformación del ser, la relación entre la lucha interna y la redención, y el viaje hacia la integridad espiritual.
Uno de los eventos más emblemáticos de la Parashá Vaishlaj es la lucha de Jacob con un "hombre" durante la noche (Génesis 32:24-30), que se interpreta en el Zohar y en muchas enseñanzas cabalísticas como una lucha con un ángel. Según la tradición cabalística, esta lucha tiene un profundo significado espiritual.
El "Hombre" o el "Ángel": En la visión cabalística, el "hombre" con quien Jacob lucha representa una manifestación del ángel de Esaú, es decir, una fuerza espiritual negativa asociada con el ego, la agresión y las tentaciones del mundo material. Esta lucha no es solo física, sino principalmente espiritual, simbolizando la batalla interna de Jacob (y de cada uno de nosotros) contra las fuerzas del caos y el desorden, las cuales nos desvían de nuestro propósito divino.
El Nombre de Jacob Cambia a Israel: Tras la lucha, el "hombre" le dice a Jacob: "No se te llamará más Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido" (Génesis 32:29). En la Cábala, el nombre "Jacob" simboliza el nivel de conciencia de la persona que vive en un estado de lucha y de condicionamiento, mientras que "Israel" representa el despertar espiritual hacia una conexión más elevada con la divinidad. Este cambio de nombre es una señal de la transformación interna de Jacob, quien se eleva al nivel de Israel al haber trascendido las limitaciones de su ego.
El encuentro entre Jacob y Esaú es otro momento clave en esta parashá. Después de años de separación, Jacob teme por su vida al encontrarse con su hermano, debido a las heridas emocionales del pasado. A nivel espiritual, el encuentro entre Jacob e Esaú puede verse como el enfrentamiento entre las cualidades del alma que luchan por el propósito divino (Jacob) y las cualidades que se enfocan en el egoísmo y el materialismo (Esaú).
El Regalo de Jacob a Esaú: Jacob envía regalos a Esaú para aplacar su ira, una acción que refleja la necesidad de transformar los conflictos internos mediante la acción consciente. La reconciliación entre Jacob e Esaú también puede interpretarse como un proceso de integración de opuestos dentro del ser. En la Cábala, Esaú simboliza el "klipá" o la cáscara, lo material y lo externo, mientras que Jacob es la chispa de luz dentro de lo físico. La reconciliación indica que incluso los aspectos más oscuros y materialistas de la vida pueden ser transformados y elevados a través de la conciencia espiritual.
El Perdón y la Paz: En términos cabalísticos, el encuentro y la reconciliación con Esaú enseñan la importancia del perdón y la capacidad de transformar las relaciones conflictivas. Es a través de la confrontación con lo que nos causa temor que podemos superar obstáculos internos y alcanzar un estado de paz interna.
Otro evento significativo en la parashá Vaishlaj es la muerte de Raquel y el nacimiento de Benjamín. Raquel, quien simboliza la recepción de la luz divina en la Cábala, muere al dar a luz a su segundo hijo, Benjamín. Su muerte representa la transición del alma hacia un nivel más elevado.
Raquel y la Redención Espiritual: En la Cábala, Raquel es vista como la "matrona" del pueblo de Israel, una figura de pureza y sacrificio. La muerte de Raquel representa una fase de sufrimiento necesario para la elevación espiritual. Su partida prepara el camino para la redención, y la aparición de Benjamín simboliza la continuación de la misión divina de Jacob y la revelación de una nueva luz.
Benjamín y la Transformación del Yo: El nacimiento de Benjamín, que en hebreo significa "hijo de la mano derecha", se asocia con la iluminación y el despertar de una nueva conciencia. Benjamín, el hijo de la luz (Raquel), es el punto culminante de la transformación de Jacob hacia Israel.
La genealogía de Esaú, que se relata al final de la parashá (Génesis 36), presenta a los descendientes de Esaú como una parte importante de la historia espiritual del pueblo de Israel. En la Cábala, la genealogía de Esaú es vista como una representación de las fuerzas del "exilio" o las energías que están en oposición a la luz divina. Sin embargo, estas fuerzas también tienen un papel esencial en la creación de un equilibrio cósmico.
Esaú y la Redención: Aunque Esaú es a menudo percibido como el enemigo de Jacob, su existencia es necesaria para la realización del propósito divino. La Cábala enseña que el mundo de la manifestación espiritual se construye a partir de la interacción entre las fuerzas de la luz y las sombras. Esaú, como una figura aparentemente opuesta a Jacob, cumple un papel en la creación del espacio para que Israel pueda crecer y expandirse.
Desde la perspectiva cabalística, la Parashá Vaishlaj nos ofrece varias lecciones claves para el trabajo espiritual:
Transformación del Ego: El cambio de nombre de Jacob a Israel simboliza la transformación del ego y la expansión de la conciencia hacia una mayor conexión con lo divino. La lucha con el ángel refleja el proceso de trascender los deseos egoístas y las limitaciones internas.
Reconciliación Interna: El encuentro con Esaú muestra la importancia de reconciliar los aspectos opuestos dentro de uno mismo. Al integrar las fuerzas del alma con los aspectos más materiales, podemos encontrar paz y armonía.
Perdón y Elevación: La capacidad de perdonar y liberarse de las heridas emocionales es esencial para la elevación espiritual. La historia de Jacob y Esaú enseña que la paz interior solo se logra cuando dejamos ir el pasado y nos enfocamos en el propósito divino.
El Propósito de la Luz en la Oscuridad: La muerte de Raquel y el nacimiento de Benjamín enseñan que incluso en los momentos de sufrimiento y dolor, existe un propósito superior. El sufrimiento puede ser una vía para la redención y la elevación espiritual.
La Parashá Vaishlaj es una narrativa profundamente mística que nos invita a reflexionar sobre la lucha interna, la transformación del ego, la reconciliación y la integración de las fuerzas opuestas dentro de nosotros. A través de la historia de Jacob, Esaú, Raquel y Benjamín, la Cábala nos enseña que el camino hacia la luz requiere confrontar nuestras sombras, aceptar nuestras imperfecciones y trabajar en la reconciliación interna para lograr la redención y el equilibrio cósmico.
Yoeslina Javier
Deseo que brilles!